De camino a la independencia

Ayer cierta personajilla, que por cierto andaba más que ilusionada por su nuevo trabajo, me echó la bronca por la carencia de actualizaciones en mi blog. Está bien, acepto los reproches y enmiendo mi error escribiendo este post.
He llegado a la creación de entradas sin saber que contar porque realmente es mucho lo que me gustaría decir. En estos momentos mi cabeza es como el Jing y el Jang (o como se escriba), una mezcla de bueno y malo, de alegría y agobio.... En fin. Que yo soy al revés que todo el mundo y hoy he decidido empezar por lo bueno. Que digo! De echo lo malo lo voy a omitir por hoy!
Pues resulta que llevo ya bastante tiempo queriendo escribir una cosita y luego nunca me atrevo por miedo a que pase algo 'y lo joda', cosa que ha sucedido más de una vez en los últimos tiempos.
Algunos ya sabréis de lo que estoy hablando, se trata de mi nueva casa! De mi independencia! De que me he hecho mayor de repente y he decidido volar del nido! (perdonar por la efusividad, es que estoy contenta)
La idea no estaba mal, entre la situación con mi madre en casa, que cada vez iba a peor, y las ganas de hacer por fin 'mi propia vida' era lo que más me apetecía.
Y así, ilusionada, empecé a buscar piso con D. Estabamos muy contentos y concertábamos muchas visitas, en alguno de los pisos que veíamos nos veía viviendo, desayunando juntos, guardando la compra, decorando, pintando....
El caso es que los precios están por las nubes y no nos podíamos permitir ni vivir un pueblo como Massamagrell (si es que se pasan 3 pueblos).
Por fin encontramos uno en Picassent que no estaba mal. Fuimos al banco a pedir el préstamo y él dueño nos dijo que nos lo guardaba una semana mientras aclarábamos si nos daban o no el préstamo. Al final lo vendío 3 días antes de que se cumpliera el plazo que nos había dado. ¡¡Cabr..!!
El siguiente que nos gustó resulta que pedía 5 millones de las antiguas pesetas en negro. Imposibol!! What a mierda!!
El tercero resulta que competíamos con una familia que lo había visto justo antes que nosotros y a los cuales se lo estaban guardando durante una semana mientras miraban el préstamo... y se lo dieron.
El caso es que ýo no entendía porque las fuerzas de la naturaleza se habían aliado en nuestra contra. Si yo la cuido, no tiro papeles al suelo, no contamino con un coche (porque no tengo, jeje), no quemo aerosoles, reciclo a veces.... ¿y la naturaleza me lo pagaba así?
Pués no, una vez más Arantxa se equivocaba, no era la naturaleza la que me ponía la zancadilla, sino el destino, que ya había elegido un piso para nosotros y estaba esperando el momento justo para que fuera nuestro.
Y ahí está, firmamos el día 1! Que emoción! Es el mejor que hemos visto y además es un chollo, para como están los pisos en Valencia.
Y ahora a esperar, a contar los días y las horas! Mirando muebles (los poquitos que podemos comprar de momento). Poniendo carita de pena a la family para que nos regalen cositas.... Planeando cenas! Invitando a la gente para cuando esté!
Así que esperar tantos meses a merecido la pena! Prometo fotos en cuanto tengamos las llaves!!